Lucha

Cada cual lucha como (en el momento que y en el grado que) le parece.  Se llama estrategia.  Los hay que usan armas blancas (esas que suelen acabar rojas), los hay que se inclinan por las de fuego y hay quienes utilizan su propio cuerpo (kárate, yudo, cabezazo barriobajero…).

Hoy es día de lucha en la educación.  Muchos compañeros y compañeras han sido valientes y han apostado equis euros  (dependiendo de la antigüedad y la comunidad autónoma) como forma de protesta.  Otros han optado por acudir a su puesto de trabajo (demasiados recortes) con la camiseta reivindicativa, que es como una bandera para que evitar ser incluidos en el famoso saco de la mayoría silenciosa.  Y están los que con o sin camiseta en el aula, han acudido a la manifestación de esta tarde.  Tampoco faltan los que no van a ir a ninguno de esos frentes y se mojan escribiendo o aplazando su lucha para el día en que toca votar, en lugar de ir a comer a playas o restaurantes.

Ni todos los que están trabajando han votado al partido que propone la ley, ni todos los que están en huelga estoy seguro de que no lo votaran en su momento.

 

Sea como sea y cuenten lo que cuenten los tertulianos, los periódicos, los “trendintopics” y los mismísimos telediarios, lo que al menos a mí me queda claro es que hay un clamor contra esta ley, que ha tenido la virtud de unir a casi todo el mundo en su contra.

A ver si otro día tengo tiempo y desarrollo mi teoría del “pararrayos” Wert, que ya implementaron, por ejemplo, Felipe González y Alfonso Guerra.  Nada nuevo bajo el sol, ya saben: una especie de imán de críticas que protege otras zonas y personas del gobierno.

 

Y en estas, va y se muere el pobre Manolo Escobar y los medios ya tienen un clavo al que agarrarse para minimizar el alcance de lo que pase hoy.  En la edición digital de El País el tonadillero español por antonomasia (que se casó con una alemana y cantaba un canción belga muy famosa) está un par de centímetros más arriba que la jornada de movilización.

Consigna para la próxima manifestación: “La protesta nos la robaron”. 

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