Leer poesía

La gente no lee poesía.  Es verdad y así tenemos que reconocerlo los poetas.  No importa que haya calles, colegios y fundaciones con nombres de insignes e ilustres vates del pasado más o menos reciente.  Tampoco importa que ya esté casi agotada la primera edición de A propósito.  La realidad es que el público devora novelas (históricas, románticas, policíacas, introspectivas, humorísticas, cienciaficcionadas...).  También se echa una mano a sí mismo y limpia las estanterías de libros de autoayuda.  Pero poesía, ah, amigos, eso no.

Cuando mantengo una conversación en este sentido, mi interlocutor se corta un poco (si sabe de la existencia de mis libros), pero al final lo suelta: "Yo es que no leo poesía".  A veces suena a orgullo programático, otras, a humildad ignorante.

Pero están equivocados.  A mis alumnos se lo explico en clase más o menos así.  Todas las letras de todas las canciones, desde la más infame canción del verano hasta las de Bob Dylan o Leonard Cohen, son poesía.  Cuando les digo que Pablo Alborán es un poeta, no me creen.  Otras cosa es que haya poetas más "poetas" stricto sensu, más académicos, ortodoxos, sesudos, librescos; menos guapos y famosos.

Y luego están los contenidos poéticos de las obras en prosa.  Pongánse a contar los números de sílabas de las oraciones que emplea García Márquez en la primera página de El otoño del patriarca, como me entretuve una vez.  Sorpresa: casi todos son octosílabos.  Hasta el mismísimo Quijote empieza con un octosílabo (pertenenciente a un romance que se cantaba por entonces, "En un lugar de la Mancha...") y continúa con un endecasílabo ("...de cuyo nombre no quiero acordarme"). Él, que se las daba de mal poeta, nos coló versos (y poemas enteros) en su prosa.

Remedando aquel verso de Bécquer: "Podrá no haber lectores, pero siempre habrá poesía".

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Comentarios: 2
  • #1

    Fina (martes, 28 enero 2014 19:20)

    Muy cierto

  • #2

    Angel (miércoles, 29 enero 2014 19:27)

    Pues yo acabo de empezar un blog de poesía y relatos, a ver si la gente se anima a leer poemas, aunque sólo sea porque son cortos...Saludos