Doble conmoción

Un año después se repite la historia.  El grupo de teatro del I.E.S. Salvador Rueda de Málaga ha vuelto a causarme una doble conmoción, entendida esta en el sentido de conmover, es decir, (y cito el DRAE) perturbar, alterar, inquietar y enternecer, incluso.

La primera deriva de la representación en sí misma.  La versión que han llevado a las tablas del Marat-Sade de Peter Weiss no ha dejado indiferente a nadie.  La reflexión desgarrada y profunda sobre la degradación el poder, la opresión del pueblo y el nihilismo reaccionario que propone la obra ha sido perfectamente materializada por el director Pedro Olalla, mediante una puesta en escena carcelaria, opresiva, industrial y delirante al mismo tiempo.  La presencia de animales generalmente repulsivos (un gran serpiente y varias ratas vivas) ofrece un plus de animadversión a un público entregado al vaivén de ira y desesperación que comunican los casi treinta actores que abarrotan el escenario.  Previa a la representación el director hizo una advertencia coyuntural y política: ha sido una pura casualidad que el día que abdica el rey de España haya una guillotina en el centro del escenario, la cual, dicho sea de paso, era tremendamente realista: la contundencia con la que caía la cuchilla ponía los vellos de punta.

La segunda conmoción está motivada por algo que ya comenté cuando reseñé el año pasado el Macbeth.  Dar al público semejante nivel de calidad interpretativa y escenográfica no es normal en un centro de secundaria, como el Salvador Rueda ,que cuenta tan solo con los recursos propios (léase limitados) de la educación pública en tiempos de crisis y recortes.   Las palabras que escribí entonces tienen plena vigencia doce meses después: "Mientras la educación pública es vapuleada por doquier, los centros públicos ofrecen calidad (en ocasiones comoe esta, gran calidad) a cambio de nada e incluso pagando con tiempo y dinero.  Ante el ataque a nuestro trabajo, respondemos con más trabajo y mejor.  Tal parece el sino trágico del educador público:  dar muchísimo a cambio de poquísimo, mostras a las generaciones futuras que el éxito personal y colectivo no se consiguen cuando llueven los premios, las remuneraciones ni las alabanzas, sino cuando se hace con pasión y seriedad lo que se quiere hacer".

Así pues, gracias de nuevo a la compañera Ana Gaspar por la invitación y enhorabuena a todo el equipo técnico y artístico.  Espero (supongo, intuyo, confío en) que el año que viene tenga que sentarme a escribir algo parecido a esto.

 

 

(Aquí les dejo algunas fotos que tomé).

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Comentarios: 5
  • #1

    Julio (miércoles, 04 junio 2014 09:04)

    Totalmente de acuerdo en que los niveles de calidad interpretativa y escenográfica no fueron los acostumbrados en una representación de instituto; de hecho, yo he visto alguna obra "profesional" menos conseguida. Ya estoy esperando impaciente la próxima entrega, en la que ojalá mantengan intacta esa ilusión y esa profesionalidad que ya han demostrado.

  • #2

    Ana Cobos (sábado, 07 junio 2014 20:51)

    Sencillamente, espectáculo espectacular valga la redundancia, pero es que todo en este montaje es exceso, imposible quedar indiferente
    Ana Cobos

  • #3

    Flor Aranda Aranda (domingo, 08 junio 2014 13:58)

    Muchísimas gracias por volver a aparecer por las gradas este año también. Yo, como actriz de la compañía, hablo en nombre de todos los actores dándote las gracias por tus palabras, las cuales nos llenan siempre de ánimo para seguir actuando año tras año.

    Esperamos que la obra del año que viene que ya se está maquinando en la mente de nuestro gran director sea también de su agrado.

    Un saludo, Rossignol.

  • #4

    Pedro Olalla (domingo, 08 junio 2014)

    Gracias, Ángel, por la palabra y por la mirada con la que descubres las claves de la obra, los secretos del montaje y el fin último de esta representación. Tras Macbeth quisimos dar un salto al mundo contemporáneo, observándolo como una fábrica de locura. Tu radiografía nos estremece y nos anima a continuar trabajando. Siempre es un placer leerte y escucharte.

  • #5

    Juan Antonio (domingo, 08 junio 2014 17:31)

    La obra, en su conjunto, genial y maravillosa. Una gran representación en un contexto educativo, capaz de potenciar el aprendizaje en competencias básicas a lo largo de las distintas etapas de nuestra educación secundaria.
    ¡Qué gran ENSEÑANZA (con mayúsculas) para nuestro alumnado.
    Gracias, Pedro, por tus buenísimas lecciones, cargadas de verdadera pedagogía y psicología de la educación.