Hallazgo azaroso

Hace unos días llegó muy azarosamente a mis manos un librito de poemas de título grandilocuente y vanidoso, La sabiduría esencial.  Me puse a leerlo y ya no pude dejar de hacerlo. En unas cien pequeñas páginas de versos cortos asistimos a un vendaval de definiciones con forma de letanía y paradojas intrigantes sobre la existencia, en un estilo que me ha recordado a los místicos sufíes, simple, efectivo, profundo en el buen sentido de la palabra.

El otro interés del libro es su autor, del que no sabía absolutamente nada.  De origen libanés, Némer-Ib El Barud nació en Argentina y allí vivió hasta su fallecimiento en 2010.  Fue profesor de periodismo en varias universiades y al parecer era bastante conocido en su país en los años 70.   He encontrado otros libros suyos en Google Books, Manuscritos de la memoria, Monosílabos, etc. 

 

 

Aquí les dejo algunos ejemplos:

 

Todo porque creo

que la vida

no es breve,

sino que nosotros

somos breves.

 

***

 

El espacio es curvo.

El Hombre, también.

 

***

 

Y la eternidad

es esa fracción de segundos

en la que quisiéramos 

quedarnos siempre.

 

***

 

Todo porque creo

que excepto el Hombre

nada lamenta su destino.

 

***

 

Creo

que es bueno

reírse

de uno mismo,

pero reírse

de uno mismo

para hacer llorar

a los demás,

no.

 

***

 

No creo

que el mañana

pueda depararme

sorpresa alguna

puesto que,

mañana,

yo seré

la sorpresa

del mañana.

 

***

 

El amor

es nuestro único

parentesco con la eternidad.

 

***

 

Todo porque creo

que todos los días

el Infinito cierra sus puertas

por falta de curiosos.

 

***

 

Porque no saber

de dónde venimos

hace hermoso el sitio

al que llegamos.

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