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Hace unos días oí en mi despacho algo que me sorprendió, a pesar de que ya llevo oídas muchas cosas, la cuales no puedo contar por razones de confidencialidad profesional. Pero esta es una noticia impersonal y pública. Unas alumnas aseguraban que existe una aplicación para móviles que simula y proporciona conversaciones insultantes (y falsas) que acaban generando disputas y peleas entre e-amigos. He investigado por ahí y he dado con una llamada "Insultos para Whatsapp AKP 1.0". Lo mismo las hay a patadas. Podríamos llamarla un "sembrador de discordia automatizado". Como si no hubiera suficiente mala uva natural y malentendidos. Lo decía Goethe en el Werther: "Los malentendidos y la pereza acarrean más desaciertos en el mundo que la perfidia y la maldad juntas. Al menos estas dos son incuestionablemente escasas".
Y es que la realidad siempre ha necesitado de la literatura (en este caso con minúsculas y bastardilla) para terminar de (valga el pseudopleonasmo) realizarse.
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