Darker

Vienen días en los que apetece dejarse llevar por el desánimo, días más oscuros y tristes en los que parece mejor idea rendirse que luchar, callar que cantar...

 

Horas después de publicarse el resultado de las elecciones norteamericanas, Leonard Cohen abandona el país en protesta y se pasa... a la posteridad.  

 

Los que han asistido a los conciertales que hemos dado por ahí, saben que raro era que no colocáramos como fuera una canción del canadiense entre mis poemas, como para darles lustre y prestigio, para que el público diga: Bueno, no estuvo mal el profesor calvo, pero por lo menos José Miguel cantó "Bird on a wire".  Lo usaba como seguro.  

 

Mi relación con las canciones de Cohen viene de antiguo, de cuando hace décadas nos poníamos a versionear "Suzanne" (o el citado pájaro del alambre) en cualquier sarao ochentero o noventero o sucesivo.  Dos veces lo vi y oí en directo en Madrid.  Impresionaba su entrega, rodillas al suelo, cantando durante horas como si le fuera la vida en ello.  Y le iba.  Y le fue.  Hay quien dice que esa gira monstruosa lo acabó consumiendo lentamente y que el último disco lo grabó casi en la cama, con los músicos rodeándolo.  

 

No quiero ponerme pedante hablando de su capacidad para enlazar lo trascendente, lo amoroso, lo crítico y lo irónico como pocos han hecho en la historia del poesía del siglo XX.  Mis pobres alumnos, que ya sufrieron mi discursillo sobre Dylan, se han tragado esta mañana el de Cohen.  Los pobres.  Versos magistrales, visionarios, simples, como el zen que practicó, fáciles y profundos, como verdades que eran.

 

Hace unos días me puse a traducir alguna de las canciones de You want it darker, pero me atasqué con algunos vocablos y reuniones.  Ya traduje un tema de Popular Problems y tuve la alegría de que Leonard Cohen le diera al "me gusta" (seguro que no fue él, sino alguien encargado de hacerlo, pero me hizo ilusión).  Aquí van por fin varios fragmentos de dos temas "You want it darker" y "Treaty".  En el primero se presenta ante... Quien Sea, diciendo que está preparado para... Lo Que Sea.  En la letra aparece el término hebreo "hineni" (aquí estoy, heme aquí), que usó Abraham cuando Dios preguntó dónde estaba (cosa rara en él, que todo lo sabe) para que iniciara el sacrificio de su hijo.   En el segundo propone el establecimiento de un ambiguo tratado con alguien que lo mismo no es real.  Ambigüedad, serenidad, sutil humor, derrota, fe, desesperanza... 

 

Por mi parte solo puedo decir muchas gracias, maestro, y enhorabuena a los que hemos tenido la suerte de ser sus coetáneos en este mundo, amparados por la suave y misteriosa túnica de sus palabras.  

 

 

You want it darker

 

Si tú eres el que reparte,

yo estoy fuera del juego.

Si tú eres el sanador,

es que estoy roto y cojo.

 

Si vos sois la gloria,

entonces lo mío

debe ser la vergüenza.

 

Lo quieres más oscuro.

Matamos la llama.

Magnificado, santificado, sea tu santo nombre,

vilipendiado, crucificado, en el cuerpo humano.

 

Un millón de velas encendidas

por la ayuda que nunca llegó.

 

Lo quieres más oscuro.

Hineni, hineni,

Estoy listo, mi señor.

 

 

 

Treaty

 

Te he visto convertir el agua en vino

Te he visto convertirlo de nuevo en agua.

Me siento a tu mesa cada noche.

Lo intento, pero no consigo colocarme contigo.

 

Ojalá firmáramos un tratado;

Me da igual quién toma esta sangrienta colina.

Siempre estoy cansado y enfadado.

Ojalá hubiera un tratado, ojalá hubiera un tratado

Entre tu amor y el mío.

 

Ah, están bailando en la calle. Es el Jubileo.

Nos vendimos por amor, pero ahora somos libres.

Lo siento mucho por ese fantasma que hice que fueras.

Solo uno de nosotros era real y era yo.

 

 

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Fina (viernes, 11 noviembre 2016 21:56)

    Gracias por poner palabras a los pensamientos de muchos que no tenemos por don ese arte de la escritura. Mi maestro sigue aquí.